Joanna Draniak-Kicinska: “La pasión es la fuerza motriz que te mantendrá dedicado y comprometido con tus objetivos”

Tuvimos el honor de entrevistar a Joanna Draniak-Kicinska, CEO de BANDI COSMETICS. Esta marca polaca de origen familiar ha alcanzado una posición destacada en la industria, consolidándose como líder en el mercado de cosméticos en países de gran relevancia como el Reino Unido y Estados Unidos. Además, su alcance global se evidencia en su impresionante red de más de 3.000 salones y spas distribuidos por todo el mundo.

Joana ha estado en toda la evolución de la marca, pero es en el 2006 cuando toma las riendas y se compromete con su expansión, Gracias a su especialidad en Ciencia y Tecnología de los Alimentos, combinada con habilidades en Marketing y Administración de Empresas, ha logrado que una empresa familiar se expanda por el mundo. 

En esta entrevista Joana nos desvela los tips que le han llevado al éxito como empresaria y los retos y desafíos que ha tenido que enfrentar para la consolidación de BANDI COSMETICS. 

Lo primero que le diría a los empresarios y profesionales que aspiran a triunfar en el sector de la belleza y la cosmética es que sigan su pasión. La pasión es la fuerza motriz que les mantendrá dedicados y comprometidos con sus objetivos, incluso cuando se enfrenten a retos y también a la competencia. Cuando te apasiona lo que haces, es más fácil innovar, crear productos excepcionales y conectar con los clientes a un nivel más profundo.

En nuestro caso, el punto de inflexión fue la incorporación de productos que contenían ácidos. Un momento crucial en nuestra historia fue el lanzamiento de nuestra crema de ácido de almendra en 2009. Este producto fue muy popular y se ganó la confianza de nuestros clientes, pero también captó la atención de muchos que descubrieron nuestra marca y comenzaron a explorar más a fondo nuestra gama de cosméticos.

Ofrecemos una variedad de opciones únicas, muy interesantes, que no se encuentran en la oferta de otras marcas. Esto incluye exfoliantes ácidos especializados de uso doméstico, diseñados para abordar diversos problemas de la piel, como la pigmentación o las cicatrices del acné.

Nuestra estrategia se desarrolló de forma orgánica cuando decidimos crear productos profesionales para tratamientos cosméticos. Para tener éxito en este campo, tuvimos que depender del conocimiento y la experiencia en lugar de la publicidad llamativa, teniendo en cuenta que tenemos una audiencia exigente. Debíamos crear los mejores productos para que los profesionales de la piel apreciaran nuestras formulaciones y eficacia.

Sabíamos que no podíamos competir con las grandes corporaciones en términos de presupuestos publicitarios, ya que éramos una pequeña empresa familiar. Por lo tanto, decidimos comenzar reuniéndonos con profesionales, convenciéndolos acerca de la calidad y los ingredientes de nuestros productos para que pudieran evaluarlos y recomendarlos a sus clientes.

Debido a que este enfoque era genuino, basado en sólidos cimientos, logramos el éxito. Somos reconocidos como una marca profesional que es muy transparente con sus clientes. Compartimos nuestra ciencia y experiencia con ellos todos los días.

Uno de los mayores desafíos que enfrentamos al inicio del proyecto fue la falta de contactos locales comerciales. No teníamos una red establecida en la industria, lo cual puede ser un obstáculo significativo al ingresar a un nuevo mercado. Para superar este obstáculo, colaboramos con personas que nos ayudaron a establecer estas conexiones cruciales. Desempeñaron un papel vital al presentarnos a actores clave en el sector local de belleza y cosméticos, brindándonos la oportunidad de introducir nuestros cosméticos en el mercado.

En mi opinión, la perseverancia, la determinación para alcanzar tus objetivos son cruciales. También creo que la diversificación del riesgo es esencial, ya que no es sabio poner todos los huevos en una sola cesta y necesitas tener diversas opciones de crecimiento y ser capaz de adaptarte rápidamente a los cambios.

Siempre he sido una persona que no lo apuesta todo a una sola carta. Cuando asumí la dirección de la empresa de mi madre en 2006, que en ese momento tenía 8 empleados, sentí una inmensa responsabilidad hacia ellos, que creían en mí. Sentí que tenía que proporcionarles empleo y salario estable. Por tanto, fui consciente de que además de desarrollar la marca BANDI, la empresa necesitaba otra fuente de ingresos.

Por eso decidimos ofrecer servicios de fabricación por contrato a otras marcas que no tenían su propia producción. Hoy, con casi 100 empleados en la empresa, el sentido de responsabilidad hacia el equipo es aún mayor. Por eso invertimos continuamente e ingresamos a nuevos mercados para garantizar la diversificación geográfica y económica.

Sin embargo, como he mencionado anteriormente, sin pasión, todo esto no sería posible.