Solares con y sin color de Estética Lostao

La protección solar es fundamental durante todo el año, pero cobra una importancia especial en los meses más cálidos. En esta época, el aumento de las temperaturas, el mayor tiempo que pasamos al aire libre y la ropa más ligera exponen nuestra piel a una mayor cantidad de radiación solar. Además, factores como la luz azul de las pantallas también pueden ser dañinos para la piel, por lo que es esencial utilizar protectores solares adecuados. Ana Puelles Lostao nos habla sobre la Importancia de la protección solar

• Modo de empleo: aplicar generosamente sobre la piel 30 minutos antes de la exposición solar. Reaplicar cada 2 horas sobre la piel seca.
• Composición: Tocoferol, lisina, dióxido de titanio y vitamina E.

1. Retrasan el envejecimiento de la piel

El sol es uno de los principales causantes del envejecimiento prematuro de la piel, especialmente visible en el rostro. Por esta razón, es crucial utilizar protector solar tanto facial como corporal, ya que la piel del rostro es más fina y delicada, y está más expuesta.

2. Evitan la aparición de manchas

Los protectores solares actúan protegiendo las proteínas de la piel como la queratina, la elastina y el colágeno, esenciales para mantener la piel en buen estado. Los agentes bloqueadores del protector solar repelen la acción del sol en todo tipo de pieles, garantizando una piel fina y lisa.

3. Prolongan el bronceado

El protector solar permite que el sol broncee nuestra piel de manera progresiva sin quemarla. Algunos protectores contienen fórmulas con extractos naturales que estimulan la producción de melanina, ayudando al proceso natural de bronceado.

4. Hidratan la piel

Los protectores solares también ayudan a mantener la piel hidratada y luminosa. La exposición al sol tiende a resecar y deshidratar la piel, por lo que es recomendable usar cremas solares que generen una capa de protección y mantengan la hidratación.

5. Protegen de los rayos UVA y UVB

Los rayos UVA penetran en las capas más profundas de la piel, estimulando la producción de radicales libres que causan estrés oxidativo y daño celular. Los rayos UVB, aunque viajan más lentamente, también pueden causar daño en las capas superficiales de la piel y generar alergias.