Cuidados faciales

Con la llegada del invierno, es común que nuestra piel se sienta más seca, tirante o incluso más sensible de lo habitual. Esto se debe al viento frío, la calefacción y los cambios bruscos de temperatura, factores que afectan la barrera natural de la piel y la dejan más vulnerable. Para protegerla, es esencial adoptar cuidados específicos que la mantengan saludable, luminosa y protegida durante toda la estación. A continuación, te presentamos 10 consejos prácticos de la farmacéutica Nerea Buldain para el cuidado de la piel en invierno.

La limpieza diaria es el primer paso para mantener la piel sana. Opta por un limpiador suave que respete la barrera cutánea, evitando productos con jabones fuertes o demasiado astringentes. Los limpiadores ‘syndet’ con ingredientes hidratantes, como el gel de arroz púrpura, son ideales, ya que limpian eficazmente sin resecar y ayudan a mantener el equilibrio de la microbiota cutánea gracias a sus activos calmantes y postbióticos.

La hidratación es clave para combatir la sequedad invernal. Elige cremas ricas en emolientes, como manteca de karité, y calmantes, como pantenol. Aplica la crema inmediatamente después de limpiar el rostro, mientras la piel está ligeramente húmeda, para maximizar su absorción. La crema facial de repollo es una excelente opción, ya que hidrata en profundidad, calma la piel y ofrece una textura ligera que se absorbe rápidamente.

Aunque el sol parezca menos intenso, la radiación UV sigue presente. Si viajas a la nieve, el riesgo es mayor debido a la reflexión de los rayos solares. Usa diariamente un protector solar SPF50 de amplio espectro, como el fotoprotector mineral SPF50, que además de proteger del sol, hidrata y combate los signos del envejecimiento con activos como carnosina y ácido hialurónico. Su ligero toque de color proporciona un acabado natural.

El agua caliente, aunque tentadora en invierno, puede dañar la barrera cutánea y aumentar la sequedad. Opta por duchas tibias de no más de 5 minutos y, al secarte, hazlo con suaves toquecitos en lugar de frotar. Aplica una crema hidratante corporal inmediatamente después de salir de la ducha para retener la humedad.

La piel del cuerpo también necesita cuidados específicos, especialmente si sufres de sequedad extrema o afecciones como dermatitis atópica. Usa cremas o lociones ricas en lípidos al menos dos veces al día. La crema hidratante de avena es ideal, ya que calma la irritación, hidrata en profundidad y ayuda a reparar la barrera cutánea.

Los cambios de frío exterior a interiores con calefacción pueden sensibilizar la piel. Procura mantener una temperatura estable en casa y protege tu piel al salir con bufandas, gorros y guantes. Vestirte en capas también te ayudará a adaptarte a los cambios de temperatura y evitar la sudoración excesiva, que puede irritar la piel.

Los labios y las manos son especialmente vulnerables al frío. Hidrátalos con productos específicos, como el bálsamo de aguacate, rico en vitaminas y omega-3. Este bálsamo nutre y repara profundamente los labios, mientras los protege de las bajas temperaturas. Recuerda aplicar una capa más gruesa antes de dormir para maximizar su efecto reparador.

Aunque en invierno tendemos a beber menos agua, es fundamental mantener una buena hidratación desde el interior. Procura consumir entre 1.5 y 2 litros de agua al día, adaptando esta cantidad a tus necesidades personales.

Proteger las manos del frío es esencial para evitar que se resequen o agrieten. Usa guantes adecuados y elige tejidos suaves como algodón o lana, que no irriten la piel.

Si a pesar de seguir estos consejos tu piel continúa extremadamente seca, con rojeces o descamación, es importante consultar a un dermatólogo. Un especialista podrá identificar la causa y recomendar productos o tratamientos específicos para tus necesidades.

Sigue estos consejos para que tu piel esté protegida y radiante incluso en las condiciones más adversas del invierno. ¡Cuidarla es la mejor inversión en bienestar y belleza!