Con el calor, los pies sufren más exposición y estrés, por eso las pedicuras profesionales son clave para cuidar, hidratar y aportar bienestar sensorial.
Las fórmulas cítricas de pomelo, mandarina y mango rejuvenecen el aspecto de los pies, mientras que las de menta y lavanda calman y refrescan profundamente. Tal como explica Berenice Espejo, manicurista oficial de la firma californiana Entity:
“Una pedicura de verano se inicia con un baño relajante con sales y agua caliente durante quince minutos, para después retirar las durezas con una lima desde el talón. El exfoliante se aplica siempre masajeando en círculo para eliminar la piel muerta. Tras aclarar, se seca bien el pie y se aplica una mascarilla hidratante durante quince minutos. Durante ese tiempo, se arreglan las uñas, se empujan o eliminan cutículas y se les da forma con la lima. Después, se puede esmaltar si se desea”.
Para tratar problemas como la sequedad extrema o los talones agrietados, existen cosméticos específicos que ablandan y reparan en profundidad. Un ejemplo es el Heel Balm de Bio Sculpture, un bálsamo para talones a base de compuestos orgánicos y extractos vegetales, que hidrata y reduce las callosidades. Se recomienda aplicarlo dos veces al día con un masaje sobre la planta del pie o el talón.
La firma sudafricana también cuenta con el Kit Summer Heel, que incluye todos los accesorios necesarios para el cuidado de los pies: raspadores, parches para eliminar callos, guantes y limas.
Berenice Espejo lo explica así:
“Si queremos un poco más de color y no usar blanco, el rosa palo es perfecto: sencillo, elegante y favorecedor, sobre todo en uñas almendradas. Para los azules, es mejor optar por un tono cremoso o un baby blue, que transmite serenidad. Por supuesto, los neones y tonos cítricos no pueden faltar. Este verano seguirán presentes el verde lima, los rosas chicle, el amarillo flúor y sus versiones pastel, como el limón o el plátano”.