“Ocurre como cuando quieres tratar una mancha o una arruga: primero hay que identificar bien el problema para aplicar el tratamiento adecuado. Sin diagnóstico claro, no hay resultado eficaz”, afirma Pilar Gutiérrez, asesora técnica de Bruno Vassari.
Las ojeras vasculares se distinguen por su tono azulado, morado o rojizo. Están relacionadas con la mala circulación, la fragilidad capilar o la piel muy fina que deja ver los vasos sanguíneos, y también pueden deberse al cansancio o al estrés. Un signo para identificarlas es que el color se atenúa al estirar suavemente la piel del párpado inferior. Para tratarlas, se recomienda Eye Lift Ox, que combina Haloxyl y vitamina E para mejorar la microcirculación; Lasilium y extracto de vid para reforzar los capilares; y Matrixyl y polifenoles para aclarar el tono y reducir su intensidad.
Las ojeras pigmentadas presentan un color marrón, más o menos intenso, causado por un exceso de melanina. Son frecuentes en fototipos altos o en personas con hiperpigmentación postinflamatoria, y a diferencia de las vasculares no desaparecen al estirar la piel. El tratamiento recomendado es Advanced Retinol Eye Cream, que incorpora niacinamida para reducir la pigmentación e iluminar la piel, Rootness Awake como antiinflamatorio, factores de crecimiento que estimulan la renovación celular y péptidos que refuerzan la estructura cutánea y suavizan las líneas de expresión.
Las ojeras hundidas aparecen por pérdida de volumen en la zona del contorno, generando un surco conocido como valle de lágrimas. Aunque la piel esté cuidada, esta falta de soporte proyecta una sombra que da aspecto cansado y envejecido. En este caso, el producto indicado es Peptide Eye Contour Gel-Cream, formulado con alfa glucosil hesperidina para activar la microcirculación, un cóctel de péptidos que estimulan la producción de colágeno y Haloxyl para reducir el tono oscuro y mejorar la firmeza del contorno.