Inmaculada Canterla, directora de Cosmeceutical Center

"La elección de un buen protector solar es el primer paso para proteger a nuestro organismo de los efectos del sol, evitando alergias y demás afecciones"

La piel es el órgano que se encarga de proteger el cuerpo del sol y a raíz de ello está expuesta a diferentes tipos de patologías (alergias, dermatitis, fotodermatosis o fotosensibilización). Para evitarlas, debemos protegerla adecuadamente del sol, tal y como nos explica Inmaculada Canterla, directora de Cosmeceutical Center, licenciada en farmacia y experta en dermocosmética y antiaging.

¿Cuál es la consecuencia más notable en la piel de una exposición repetida al sol?

El fotoenvejecimiento. Además de la aceleración de los signos del envejecimiento, la radicón solar incide sobre la piel pudiendo causar también varias patologías. Por ello, las alergias, dermatitis, fotodermatosis y fotosensibilización incrementan durante la llegada del buen tiempo, ya que nuestro cuerpo está más expuesto a los rayos UVA, que dañan el ADN celular y afectan a las pieles más fotosensible.s

¿Qué afecciones por rayos solares son las más frecuentes?

En primavera las alergias, reacciones desproporcionadas del sistema inmunitario a una sustancia, que es inofensiva en la mayoría de personas. Las personas alérgicas deben emplear tratamientos tópicos con dermoprotectores y aceites dermatológicos, junto a tratamientos con antihistamínicos y mantener siempre la piel hidratada. También en primavera son frecuentes las dermatitis, cuyos efectos son la piel seca, el prurito, el eritema, la descamación y las costras en zonas expuestas al sol.

En verano surge la fotodermatosis, una erupción cutánea desencadenada por los rayos UVA que afecta en concreto a las mujeres, y la fotosensibilización, que ocurre cuando algunos medicamentos, plantas o perfumes son responsables de las reacciones cutáneas. Éstas se expresan con reacciones inflamatorias agudas (fototoxicidad) o con reaciones de hipersensibilidad tardía (fotoalergias)

¿Qué incidencia puede tener la combinación de sol y medicamentes, perfumes o cosméticos?

La toma de determinados medicamentos o la aplicación de un cosmético o un perfume puede causar reacciones adversas sobre la piel, como hipersensibilidad o inflamaciones. Varios medicamentos y determinados cosméticos contienen agentes fotoreactivos capaces de inducir reacciones de fototoxicidad si se toma el sol mientras se consumen. Algunos de estos elementos son los anestésicos locales, los anticonceptivos orales, los antidepresivos, los antihistamínicos, los antisépticos, las benziodiacepinas, los laxantes o los diuréticos. Además, algunos colorantes, pefumes, o las esencias de limón y lavanda también pueden llegar a producir reacciones adversas.

¿Cómo sabemos si un producto cosmético o un medicamento puede ser fototóxicos?

El asesoramiento de los expertos en formulación y vía tópica para revisar composiciones, inidicaciones y tratamientos a seguir es lo único que nos puede garantizar el proceso global de adecuación, efectividad y seguridad de los tratamientos en la piel. Esta primavera abogamos por la información exhaustiva para tener en cuenta los productos que pueden ser fototóxicos y así realizar una buena profilaxis, valorando o no su uso según las necesidades de cada tipo de piel.

¿Por qué es recomendable usar un buen protector solar?

El protector solar es el primer paso para cuidar la piel del sol y prevenir la aparición de enfermedades dérmicas. El uso del filtro solar debe ser diario, los 365 días del año y se convierte en un elemento imprescindible con la llegada del buen tiempo.

¿Qué debemos tener en cuenta a la hora de elegir un buen protector solar?

Un buen filtro solar no sólo debe proteger de los rayos UVB (responsables de los daños inmediatos en la piel, como las quemaduras), sino también de los UVA (responsables de los daños a largo plazo, sobre el ADN, las células, los vasos y los tejidos). Recomiendo un filtro físico, no químico ni inorgánico, que reboten los rayos UV antes de ser absorbidos por la piel. Es bueno evitar los filtros que contengan PABA (ácido para-aminobenzoico), que puede causar daño celular y genera un mayor desarrollo de alergias. Los filtros solares deben ser productos estables ante el calor, cuya aplicación se aconseja que sea sencilla y cómoda, para fomentar la reaplicación frecuente del filtro. Finalmente, hay que tener cuidado con los protectores secundarios, aquellos que incluyen reclamos publicitarios sobre protección solar pero cuyo cometido principal no es proteger la piel del sol (un ejemplo son las cremas hidratantes con factor de protección solar).