Acaba el verano y regresamos a nuestra rutina, así que es normal que nuestro estado de ánimo pase por un momento “de bajón” y por supuesto nuestra piel muestre algunos signos de estrés.
Es el momento de aportarle a nuestra piel la hidratación que necesita para que pueda recuperarse, así como todos los nutrientes con vitaminas y activos beneficiosos, siendo esta la clave para mejorar su estado y afrontar que la transición de perdida de bronceado no suponga la pérdida de brillo.
Aunque nos encante broncearnos, no existe un bronceado seguro, ya que cuando tomamos el sol hay una respuesta de defensa de nuestra piel, que reclama y una mayor producción de melanina para reforzar la defensa y agresión de los rayos UV. Por tanto, para que exista un bronceado, necesariamente ha existido una agresión solar.
Utilizar protectores solares de amplio espectro y alto índice de Spf es clave para minimizar los daños celulares, que por pequeños que hayan sido, con los años generan una acumulación en nuestro ADN que, tarde o temprano, noes traen con secuencias en forma de manchas, arrugas, flacidez…
A corto plazo, el bronceado, así como toda la deshidratación que ha sufrido la piel durante el verano, también tiene sus consecuencias inmediatas. Sequedad, deshidratación, engrosamiento de la capa cornea, tono apagado y nuevas manchas desagradables a las que debemos dar solución de manera inmediata para recuperar su salid y belleza.
Las dos propuestas de Bio-Oil se pueden usar tanto en el cuerpo como en el rostro y son aptas para todo los tipos de piel. Bio-Oil Aceite para el cuidado de la piel y Bio-Oil Aceite para el cuidado de la piel (Natural) ofrecen beneficios regeneradores, nutritivos, preventivos y tratantes de cicatrices, estrías y manchas.
PurCellin Oil™: Aceite portador que facilita la protección, suavidad y flexibilidad.
Vitamina A: Ayuda a la regeneración y cicatrización de los tejidos dañados.
Vitamina E: Potente antioxidante que incrementa la hidratación y suaviza la piel.
Aceites naturales: Lavanda, romero, camomila y caléndula.
3 aceites base: Soja, girasol y cártamo.
4 aceites especializados: Granada, Inca, Inchi, jojoba y chía.
2 aceites vitamínicos: Germen de trigo y rosa mosqueta.
5 aceites esenciales y extractos de plantas: Manzanilla, lavanda, romero, caléndula y pachulí.
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