Conchi Arias es la fundadora de Campos Curlyhair, analiza los 3 patrones de rizos que existen y detalla cómo se deben cuidar para sacarles al máximo su potencial.
Las melenas curly cada vez ganan seguidores, pues cada vez son más las clientes que se quedan cautivadas con la belleza. Sin embargo, tú sabes más que nadie que domar este tipo de cabellos no es nada fácil, por lo que la experiencia profesional en este aspecto es primordial. Lo mejor es siempre trabajar la base del cabello de la mejor manera, para mejorar tanto la forma como la textura, teniendo en cuenta los rasgos faciales de cada clienta, además de ofrecer una asesoría para que aprendan a cuidarlos en el día a día.
La peluquera Conchi Arias cuenta con más de 30 años de experiencia en el sector de la peluquería. Su fuerte son las melenas Curly, ya que ayuda a las clientas más curly a cuidar sus rizos. Gracias a su firma de peluquería Campos Curlyhair, se ha convertido en referente para otros profesionales, además tiene un método propio que imparte desde 2019 tanto a nivel nacional e intencional.
En el 2021 lazó su propia línea de productos de cuidado capilar, CCH, especiales para cabello rizado que cubren todas las necesidades, desde el tratamiento, el acondicionado, la limpieza y el styling. Esta línea se compone de productos de origen natural, que han sido creados con ingredientes de primera calidad, respetan el medio ambiente, no son testados en animales y se adaptan a todo tipo de rizos independiente de la textura y forma.
El cabello rizado suele dividirse en tres tipos diferentes: ondulado, rizado y afro. Estos se clasifican, según diseñó el estilista Andre Walker, en los años 90 usando números y letras, siempre dependiendo del nivel de encogimiento. Un cabello ondulado (tendría forma de s) sería un patrón 2, un cabello rizado (forma de sacacorchos) sería un patrón 3 y, un cabello afro (casi como un zigzag) sería un patrón 4.
El cabello ondulado es más brillante y suave al tacto, ya que no tiene tanta curvatura, se encrespa menos y tiene una porosidad mucho más baja. El cabello rizado suele ser el gran favorito de la mayoría porque su estilizado y definición duran mucho más, además de tener una porosidad media. El cabello afro suele ser el más delicado de todos porque es mucho más fino debido a que tiene una curvatura muy pronunciada, es mate y poroso. Para definirlo es mucho más sencillo porque dura más y además, suele mantenerse limpio por mayor tiempo.
Cada patrón suele presentar sus propios aciertos y, a su vez, sus propias dificultades. Lo que más molesta del cabello ondulado es que dura muy poco tiempo definido, porque su forma se relaja con mucha facilidad. Otro problema es que es un cabello que se suele ensuciar más a menudo, ya que al ser menos poroso, los productos para potenciar el rizo suelen tener más problema para adherirse bien y acaban por aportar más peso y ensuciar. Para el cabello rizado, el problema más común es el frizz, pues al ser menos poroso suele perder muy rápido la hidratación, por lo que a la mínima se encrespa buscando la humedad. Para el cabello afro uno de los principales problemas es el desenredado, porque sel ser un cabello mucho más frágil y poroso se enreda con facilidad, otra de sus grandes dificultades es el encogimiento excesivo.
Lo primero que hay que tener en cuenta cuando se piensa en el cuidado del cabello es una buena higiene capilar. Por eso, elegir el producto de lavado es indispensable pensando no solamente en el cabello, sino también en el cuero cabelludo.
A partir de aquí se comienza con las rutinas de hidratación, dependiendo siempre del patrón del rizo:
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